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Fuerte de Jaisalmer
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Estamos en Jaisalmer!!! Nos reciben 30 millones de hindúes hambrientos de turistas necesitados con todas sus múltiples ofertas, siempre la suya mejor que ninguna, así que después de valorar y analizar la situación, y totalmente conscientes de que podíamos ser víctimas de la primera timada, decidimos irnos con el chico hindú que nos ofrecía su hotel "sin compromiso". Nos daba buenas vibraciones, y parecía honesto, así que nos librábamos de todos los buitres hambrientos y empezar a quitarnos de encima la marabunta.
Nos subimos en su 4X4 y llegamos al hotel. Wowwwwww, nos encantó! Muy pequeñito, en pleno centro (Jaisalmer no es muy grande, pero estaba muy muy cerca de todo) y las habitaciones muy limpias. Es una antigua haveli, pequeñita y todas las habitaciones decoradas como si estuvieras en las 1000 y una noches, con vistas al fuerte. Y muy barato (200r.) Decididos, nos quedamos! Así que directos a la azotea a acabar con todas las reservas de bebida fresca que les quedaban. La gente del hotel nos acoge como si fuéramos de la familia y no dudan en decirnos que quieren que nos sintamos como en casa. La historia también es bastante curiosa. Ella es israelí, y vino como turista y conoció al que ahora es su marido, y decidió quedarse para siempre, lo que tiene el amor. Y le encanta que lleguen turistas y hacer mesas redondas en aquella terraza, rodeados de cojines y disfrutando de una agradable conversación. Mientras comíamos algo hicimos el check in, y aprovecharon para explicarnos los tours que hacen al desierto del Thar en camello. Solo íbamos a estar dos noches, así que debíamos decidir que hacer para al día siguiente salir a primera hora de la mañana. Nos ofrecen varias opciones, desde el tour más turístico y cercano (650r.) hasta el mas largo y menos masificado y con todo incluido: comida, bebida fresca, camas, sabanas, un camello para cada uno... (1800r.). También conscientes de poder caer en el engaño, pero siguiendo nuestras buenas sensaciones, decidimos coger el penúltimo tour, con todo incluido (1.700r persona/día) bastante clavada pero valoramos que nos íbamos a sentir como auténticos Laurens de Arabia. El chico que conocimos en el tren enseguida empezó a insistir que debiamos pagar enseguida el total ya que debía ir a comprar y preparar todo el temita para mañana salir hacia el desierto, y que nos llevaba en coche para que pudiéramos sacar el dinero del cajero, ya que no llevábamos suficiente, en total eran 17.000 rupees. Así que nada, hacia el cajero. Le pagamos y tan contentos nos fuimos a pasar lo que quedaba de tarde en el hotel haciendo un poco el manso, ya que no se podía salir a la calle de la que estaba cayendo, la del pulpo, un solana pa cagarse. En cuanto empezó a caer el sol, nos fuimos hacia el Fuerte de Jaisalmer a dar una vuelta. Es un laberinto de estrechos callejones asfaltados de piedra, muchos templos jainies, havelis antiguas, el palacio del marajá... Una gran parte de la población vive en el recinto amurallado. Actualmente el fuerte ha sufrido un rápido deterioro debido a una presión en el poroso alcantarillado y se está derrumbando, así que es una de las razones por la que no se recomienda alojarse en los varios hoteles que hay en el fuerte. Después de alguna que otra comprita, decidimos ir a cenar fuera del fuerte, en la ciudad, y casualidades de la vida nos cruzamos entre los miles de pitidos de motos y marabuntas de gente a Alberto y Núria, una pareja genial de Zaragoza, así que nos fuimos los seis a cenar a un restaurante recomendado por la guia, muchas veces acierto seguro, y mucho más cuando tus ojos ya son incapaces de distinguir algo entre el caos de una ciudad a la que acabas de llegar. Cenamos en el restaurante Saffron, una Haveli preciosa donde los platos indios son exquisitos (800r.), además de ofrecer una amplia selección de comida occidental, china, etc... Cenamos de vicio, y nos metimos como seis birras (kingfisher, 150r.) de casi un litro cada una entre pecho y espalda. Una velada muy agradable intercambiando opiniones y experiencias. Nos despedimos de Alberto y Núria, esperando volvernos a encontrar en algún lugar todavía por descubrir. Volvíamos al hotel, era bastante tarde y habíamos quedado a las siete y media de la mañana para empezar la aventura en el desierto. Pero sorpresa, las calles estaban totalmente a oscuras, y muy poca gente por la calle, así que pa variar nos perdimos. Muy aconsejable llevar una linterna, ya que en muchos lugares a ciertas horas no hay NADA de luz. Como nosotros, que llevamos 4 linternas, y todas en la mochila del hotel. Muy útil...jejejejejeje. Así que nada, a preguntar otra vez y poco a poco fuimos encontrando el camino sorteando las cacas de vaca... aún conseguimos llegar y tomarnos unos refresquillos en la azotea del hotel con Tom y su cuñado y gran parte del personal del hotel, y echarnos unas risas... Y ya otra vez tarde a dormir. Aún tenemos que hacer las mochilas y nos esperan los camellos!!!
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Fuerte de Jaisalmer |
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Palacio del Marajá |
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Vistas desde el fuerte de Jaisalmer |
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calles del recinto enmurallado... y sus vaquitas. |
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Vista desde el interior de una antigua haveli |
buen blog chicos, por no hablar de las fotazas. Pasamos muy buen rato con vosotros a ver si nos volvemos a encontrar a lo largo del viaje. Ya somos miembros de vuestro blog, iremos siguiendo vuestras andanzas. Esperamos ansiosos el post del desierto jeje (nuestro culo nunca lo olvidará)Buen viaje!!!
ResponderEliminarChicooossss!!!! jejejejeje, si,si... tremenda aventura la del camello, todavía no podemos sentarnos :S, por donde andáis??? nosotros mañana ya salimos hacia Udaipur, a ver si nos volvemos a encontrar por algún lugar!!!! Muchos besos!!! y Disfrutad!!!
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