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Indian Gate
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Nos levantamos por la mañana a una hora decente, al final nos fuimos a dormir bastante tarde entre pitos y flautas. Hoy cogemos el primer tren a Jaisalmer!!! El tren sale a las cinco y media y como no tenemos mucho tiempo hacemos el check out en el hotel nos guardan las mochilas y pillamos un rickshaw (120r.) hacia la puerta de la India. Es un señor, bastante agradable, pero como siempre nada más subir ya nos empieza a vender la moto con que si tenemos toda la mañana nos hace una ruta y nos lleva aquí, allí ... que si tiene un taxi y vamos en coche ... no sabe todavía que somos cabezones y ya empezamos a verles las orejas al "lobo-hindú", así que nosotros a la puerta! El trayecto era corto, pero como no, nuestras risas nos pegamos. Hay que decir que los rick estan hechos para llevar a dos, tres personas... y nosotros vamos cuatro, así que la faena es nuestra para meternos en cada rickshaw que pillamos, ya tenemos la postura pillada, los chicos aguantan a las dos floretas encima de sus "fuertes" piernas, como no...;)
En Delhi hace un calor horroroso, y el aire que corre en el rick se agradece, aunque no os podéis imaginar lo caliente que es, pero nos sabe a gloria. Lo más curioso de todo es que a medio camino el Mr. se pone una camisa de manga larga y nos dice que tiene frio!!! Flipamos, pero flipamos mucho... y el señor nos da su explicación: I'm an old man (tenia 65) y acto seguido se pone a toser pa hacerse el "malito" ... muy gracioso el señor.
Nos deja en la puerta de la India, un arco conmemorativo de 42 metros de altura, que rinde honor a los cerca de 90.000 soldados indios fallecidos en la Primera Guerra Mundial. Al llegar ya se nos acercan los primeros "fans" pidiendo la foto de rigor, y van pasando uno por uno con su mobil a inmortalizar el momento junto a los frikis occidentales. La verdad es que es bastante curioso y al principio nos hace mucha gracia, pero cuando te paran cada media hora, ya no es tan gracioso... don't wanna be famous!!!!! que horror... aun así vamos cediendo, e intentando escapar a la que podemos...
Damos una vuelta por los alrededores, hay un colegio entero jugando en el parque, todos con su uniforme y repeinados estilo indio a más no poder, te da la sensación que te vas a acercar y te va a impregnar un aroma a nenuco para toda tu vida. Juegan al cricket (deporte nacional), lanzan "cosas" al aire... corren, rien...
Decidimos volver a Main Bazaar y comer allí en el hotel (686r.), hay que decir que en casi todos los sitios hay opción de comida occidental y no picante, que para depende que días no esta nada mal hace un poco de parón del picante, porque empezamos a tener el estómago que parece "un ball de bastons". De momento el tema kakitas bastante controlado todos. No tenemos mucho tiempo y allí tampoco hay nada más, así que salimos hacia la carretera a buscar otro rick (120r.) y sorpresa! allí estaba "The old man" esperando para llevarnos de vuelta... así que perfecto (mucho más para él).
Comemos en el hotel, tardan muchísimo (como siempre... shanti,shanti) así que entramos en nuestra dinámica de siempre: a correr! Todavía hay que pedir un taxi y ir hacia la estación en taxi (360r.), y sortear todo el caótico tráfico de Delhi, que no es poco. Que sufrimiento todo el camino, joer...hasta que llegamos a la estación y salimos disparados corriendo sin saber a donde ir,que pinta debíamos hacer cuatro occidentaloides con las mochilas petadas, sudados hasta las cejas y mirando hacia todas partes como si se acabara el mundo... quin patir.
Había mil andenes, y estaba petado de gente, todo lleno de pequeñas oficinas que no sabíamos muy bien para que servían, porque para informarte y poder orientarte ya vimos que no... así que preguntábamos a cada paso, y íbamos consiguiendo pequeñas dosis de información que nos fueron llevando cuenta atrás hacia el anden correcto, el número 10. Nos alivió bastante ver que había otros guiris igual de rojos y histéricos que nosotros. Estamos en el lugar correcto, o no. Estábamos todos igual de perdidos. Llega el tren, y empezamos a ver pasar vagones, todos enrejados, con asientos, sin saber si ese era nuestro tren, buscando algun tipo de señal que nos afirmara nuestra salvación. Pero no aparecía. Seguían pasando los vagones y por fin empiezo a distinguir las clases de coche-cama: sleeper, tras ella AC3, así que por lógica la nuestra era la siguiente: AC2. Efectivamente, estábamos delante de nuestros vagones, pero el tren seguía en movimiento (hay que decir que no es aconsejable equivocarse de vagón ya que entre clases no puedes dirigirte hacia ninguna otra). Ante la duda, decidimos subir con el tren en marcha. Sí,sí... subimos con el tren en marcha, cargados con las mochilas que nos íbamos hacia tras, meándonos de la risa y miedo a la vez... una locura. Una vez dentro nuestras caras desencajadas .... bueno, esperamos a ver si el tren se para, y buscamos nuestras camas, pero en el caso que no pare, ya estamos dentro...jejejejejeje. Para alegría nuestra el tren para de repente, así que más tranquilos empezamos a buscar nuestras camas... están allí mismo así que nos colocamos y empezamos a respirar. Que locura...jejejejeje, pero las risas son un continuo, las situaciones son más que cómicas. De repente llegan nuestros compañeros de Side Lower Bed, un chico hindú "muy simpático" con una mujer australiana que parecía más perdida que nosotros. Nos cede enseguida su cama, ya que no estábamos juntos, muy amable. Enseguida, como no, nos dice que el vive en Jaisalmer y que tiene un hotel, nos da su tarjeta y que le demos un vistazo al llegar, sin ningún compromiso, si no nos gusta nos podemos ir a otro y punto. En seguida llega un chico a ocupar una cama de las nuestras: nos hemos equivocado de vagón... jejejejeje, no podía ser tan "fácil", así que nos despedimos de el y vamos en busca de nuestra camas again. Nuestros nuevos compañeros son una señora y un señor de mediana edad, muy majos, aunque ella nos nos quita los ojos de encima, entre sorprendida, y llena de curiosidad. Tiene una cara muy amable, y parece querer preguntarnos tantas cosas y no poder... su marido organiza el cotarro. Nos aposentamos y yo en 0,2 estoy roncando así que no me enteré mucho de lo que pasaba a mi alrededor a partir de ese momento. La otra parte del team pudo ver el extrarradio de Delhi, construido (por llamarlo de alguna manera) a lo largo de las vías de tren. Kilómetros de chabolas entre montañas de basura (literalmente), niños jugando al lado de las vias... lo más duro que han visto sus ojos hasta ahora. Nos trajeron la cena (140r.), unos thalis muy buenos, pero muy picantes, aunque después de la hiper siesta me lo comí como si fuera lo último que quedaba en la tierra. La núria muy previsora y astutamente, llevaba un paquetito con la mitad del plato de noodles que le había sobrado de la comida y en aquel momento también le supo a gloria bendita después de ver que aquello picaba como 1000 demonios. Y ala, a dormir, que estábamos petaos. En total de las 18h. de trayecto estuve durmiendo 14h. así que el viaje se me hizo cortísimo. El aire acondicionado a tope, y Núria y yo nos comimos todo el tema ya que estábamos en las literas de arriba, pero conseguimos tapar la salida con un papel viejo, que sorprendentemente se quedo pegado...jejejejejeje. Bien!
Nos despertamos y pudimos hacer una paradita de media hora antes de llegar, que nos vino de perlas para comer algo, y hacer un piti (en el tren presuntamente no se podía fumar, aunque nuestro pitis hicimos). A los diez minutos llegábamos a Jaisalmer!!!!
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