12 ago 2011

10 DE AGOSTO: JAIPUR-AGRA


Nos metemos unas french toast y unos cafés entre pecho y espalda, hay que coger fuerzas. Seis horitas para llegar a Agra, y visitas culturales de por medio, el día promete ser intenso. El conductor es el mismo que ayer nos llevó al templo de los monos, así que genial. Vamos primero a ver el Palacio de los Vientos, donde vemos el primer encantador de serpientes. Es bastante agotador que cada persona que te encuentras en tu recorrido te pida dinero por todo. Te vuelves un desconfiado por naturaleza, pero tienes que sobrevivir, y ellos también, así que es una lucha a mano armada, a ver quien mete la trola más gorda. Estamos convencidos que siempre salen ganando. El encantador de serpientes no es menos, allí, haciendo danzar a su cobra negra, y nosotros flipando... nos persigue hasta casi meterse en el coche con nosotros para que le paguemos, solo por mirar algo que está haciendo en medio de la calle porque quiere..., no sé, tengo sensaciones contradictorias con todo este tema de la india.
Nos vamos directos al fuerte Amber, que está a las afueras de Jaipur. Es espectacular, de color marrón caramelo bajos los efectos del sol. Vemos los primeros elefantes! Pero vaya chasco, me quedo impresionada con su mirada triste. Imagino que están todo el día fuerte arriba fuerte abajo transportando turistas, pero al fin de su jornada no creo que le espere el descanso, me dio la sensación que no recibían mimos especialmente. Tenían aspecto de recibir maltrato seguro. En el hotel de Jaipur nos encontramos a una amiga de Quim y aparte nos comentó que había leído que aconsejaban no subir al fuerte en elefante por ese tema. Pero es que lo veías, pobrecitos...
Subimos al fuerte andado y tiramos algunas fotos, a mi es uno de los fuertes que me ha gustado más, muy diferente al resto, pero entre montañas verdes, muy chulo.
Seguimos el camino ya directos a Agra, la carretera es bastante decente y el tío le mete bastante. Paramos a comer en un hotel en medio de la carretera, debe ser "el hotel" ya que tiene una tienda híper cara de souvenirs por la que te hacen pasar antes de entrar al restaurante, rollo inserso... la comida también es sablazo, pero no hemos podido escoger. Comemos con la amiga de Quim que encontramos en Jaipur, estaban haciendo el mismo camino que nosotros. Seguro que nos volvíamos a encontrar en Agra. Nos echamos unas siestas en el coche y llegamos a Agra después de un cansino viaje, la verdad es que se va bien en el coche, pero en seis horas ya no sabes cómo ponerte. Lo mejor es que durante el trayecto vas viendo los pueblos por donde pasas y la vida en el entorno más rural, y hemos flipado bastante. Vacas, casas, gente y camiones se dan la mano en una misma calle, la calle que da a la carretera, todos allí amontonados, arriba y abajo, transportando cosas, sentados viendo pasar el rato, vendiendo en sus puestos de frutas aposentados encima de los plátanos esperando que se acabe el día, mujeres cargando de todo en sus cabezas, niños descalzos jugando entre porquería, la india más auténtica.
Por fin llegamos a Agra y era tal cual nos habían contado. Un horror. En todos los sentidos. Sucia, caótica, muy fea... Parecía increíble que allí estuviera uno de los monumentos más bonitos del mundo. Ya sabíamos que alrededor del Taj Mahal no están permitidos los vehículos a motor, por el tema de la conservación del edificio, así que el conductor no tarda en dejarnos en una esquina y nos dice que el hotel donde vamos está a unos cinco minutos caminando, que él no puede entrar con el coche, así que le pagamos, no sin tener nuestras habituales dudas de que nos está mintiendo. Había llovido, y la calle era un barrizal mezclado con kk's de vaca, y encima de noche para más inri. Así que cargados con las mochilucas nos ponemos a caminar. Nos empezamos a cabrear proporcionalmente a la mierda que vamos pisando, y vamos preguntando por el hotel (uno cercano al taj ya que va a ser lo único que vamos a ver de Agra) y nos dicen que sí, que es por ahí ... pero llevamos más de cinco minutos y el hotel no aparece. Mi espalda ya es un cirio, y que decir de mis pies, llenos de mierda. Empezamos a sudar como cerdos, hace una humedad impresionante, y la carga no ayuda. Y el hotel no aparece... seguimos caminando cagandonos en todo, y el hotel no aparece. Ya estamos verdes ya que durante todo el camino que llevamos hemos visto coches y rickshaws circular por la calle. Definitivamente el conductor nos la había pegado, again. Me cago en sus muelas. Al final llegamos al hotel, y lo único que nos había dicho de cierto el conductor era que estaba lleno. Manda webos..., La pateada de la muerte y no había habitaciones. Enseguida nos dicen que si queremos tienen otro hotel cerca, una habitación de cuatro por 1200 rupees. Nos parece buen precio, con AC, así que nos llevan con un rickshaw eléctrico hasta la puerta y allí nos quedamos, literalmente muertos. Hacemos un último esfuerzo por ducharnos (era lo único que nos apetecía después de todo) y subir a comer algo. Caímos rendidos en cinco minutos a las once, mañana Taj Mahal!









9 DE AGOSTO: JAIPUR


Son las seis de la mañana cuando llegamos a Jaipur, y nuestro estado no es el mejor después de la noche en tren y pocas horas de sueño para empezar a negociar el precio con el rickshaw. Un coffee please!!! Regateamos el precio al primero que se nos engancha, hay que decir que las llegadas a las estaciones son una tortura, miles de conductores se te tiran a la yugular, y son muy muy pesaos... sudan de lo que les dices, ellos van a lo suyo, llevarte donde quieren, cuando quieren y como quieren, a pillar su comisión... y por ahí ya no pasamos, cada vez nos pone de más mala ostia ese tema. Seguimos al chico y una vez sorteamos todos los charcos, nos ponemos pringaos hasta las cejas de barro, agua, mierda... le decimos donde queremos ir y que nos esperan unos amigos, mentira warra, pero empezamos ya hace tiempo a jugar a su juego (íbamos a un hotel donde ya había estado Aurea y nos dijo que estaba bastante bien, de todo y 800 rupees). El tío coge un cabreo monumental y nos manda a freír espárragos y nos deja ahí tiraos en medio del barrizal con cara de gilipollas... y sin café!!!! Chaval, tu no sabes la que te estás jugando..., somos capaces de arrancarte una oreja de un bocao. Como teníamos la "oficina" pre-pago al lado (oficina= una barraca­­+un señor dentro) nos vamos pallí y pagamos un rickshaw oficial que nos llevará la hotel que queremos. Buenooooo.... llegamos todos seguros de dónde íbamos y casi con la idea de que todo iba a ser llegar y besar el santo por lo que nos había dicho Aurea. Meeeeeeeckkkkkkkkkk... error. Nos piden 1200 rupees, joeeeer ya empezamos. Le damos el nombre del tipo del hotel que nos había dado Aurea, y nos dicen que no, que ahí no hay nadie con ese nombre, vale, es igual, pues la habita a 800, que había estado una amiga y le habéis cobrado 800. Que no, que 1200.... madre mía que me lo como. Joer que quiero un café!!!! Me estoy empezando a mutar en una especie de alien. O nos das la habita por 800 o nos largamos (remarco: seis de la mañana, sin casi dormir, sin café...mis padres saben perfectamente el estado en el que me puedo convertir en un segundo en esas condiciones). Los tipos también se acababan de despertar, mejor dicho, los habíamos despertado nosotros, y su cara también era un poema, nadie estaba en esos momentos receptivo. Todo esto el del rickshaw afuera esperando a ver si nos tenía que llevar a otro lao, supongo que esperanzado por el tema comisiones... Finalmente le sacamos la habitación por 850, así que dejamos los trastos y subimos a desayunar para calmar el demonio que llevamos dentro. De momento funciona, unos cafés bastante buenos y unas french toast de lo mejor que hemos probado de momento en la india. Caemos rendidos hasta la hora de comer, había sido una noche bastante dura.
Nos levantamos súper sobados, los ojos como sacos, pero ya más calmados. Hay que comer algo y empezar a planear, no tenemos mucho tiempo para Jaipur, la tarde y la mañana del dia siguiente. Mientras esperamos la comida nos podemos conectar... hay wifi!!! Hablamos con mi padre y mi hermano, todo bien por Barcelona, que gusto poder contactar y verlos por la cam! No ha sido tan fácil el tema wifi en los hoteles, pero vamos haciendo. Los que no tienen porque no tienen, y los que tienen, no funcionan... así que a ver cómo te las apañas. Hablamos con el jefe del hotel y planeamos visitar por la tarde el templo de los monos y el centro, y al día siguiente ya con las mochilas cargadas nos llevan a Amber y cogemos carretera y manta hacia Agra, parando en Fatehpur Sikri. Todo por el módico precio de 6000 rupees, un pastón vaya, pero cualquiera se pone a regatear después de la que liamos al llegar. Así que aceptamos el precio y cogemos carretera y manta hacia el templo de los monos. Llegamos al templo y el conductor nos deja abajo de la colina. Nada más llegar ya está lleno de monos, pequeños, medianos y algunos bastante gansos para mi gusto, dan un poco de yuyu, la verdad. Había leído que son bastante agresivos, y que no te puedes despistar, que a la que te descuidas te roban hasta el carnet de identidad. Así que nos los miramos desde la mínima lejanía que el camino nos permite. Les sacamos algunas fotos. La verdad es que son muy wapos, sobre todo las crías, y parecen muy habituados a compartir garito con los humanos, hasta que una guiri listilla se acerca demasiado a una cría para sacarle una foto (hay que ser iluminada) y automáticamente un peazo monaco de la ostia de grande se le tira a la espalda. No puedo describir la cara que se le quedó a la parienta...jajajajajajajajaja, más blanca que el Dixan!!!! jajajajajajajajaja, en menos que canta un gallo la tía se había largado, ya había visto el templo...jajajajajajajajaja. Total, que seguimos con nuestras precauciones, mu majos los monicos, pero casi mejor de lejos, no vaya a ser. Por el camino había de todo: cerdos, monos, cabras... y sus respectivas defecaciones, un camino bastante distraído vamos. Llegamos a la cima donde estaba el templo y estuvimos un rato observando a los monos. Muy divertidos. Hubo uno que incluso consiguió abrir un grifo y beber agua. Los "guardianes del templo" eran una pareja muy joven con una niña de un añito más o menos. Estaban allí en la puerta, recibiendo a los visitantes. Pudimos hablar con ellos un rato y entrar al templo, nos pintaron la frente con un lunar y nos contaron que vivian allí mismo con su familia, y que ella era ya la quinta generación que habitaba el templo. Era una chica muy joven. Que vidas y culturas tan diferentes nos separan.
Volvimos hacia el coche, por el camino se nos acercan algunos niños, como empieza a ser habitual, hellow, what's your name, where are you from... yo creo ke la mitad de la india tiene ya todo tipo de información acerca de nosotros. Nos vamos a dar una vuelta por el centro, aunque se nos hace de noche, pero queremos ver un poco el movimiento de Jaipur. Empieza a llover, joer... pero bueno, chaparroncillos aguantables. Entramos en una tienda de telas, y nos probamos nuestro primer sari...jejejejejeje, que chulo, pero siendo realistas, pa que coño queremos un sari, si no nos lo vamos a poner en la vida? Nos vamos, y seguimos mirando comercios varios. Son como las siete de la tarde, y ya anochece, pero el moviento de la ciudad parece crecer. Entramos en algunas tiendas, y empiezo a regatear por algunas pashminas y algunas telas. Al final pueden con nosotras, compramos un sari (me encanta la tela, no se si para reciclarla y hacer algún mantel...jejejejeje) y el tío es muy muy gracioso, nos empieza a engatusar, allí sentadas en el suelo, sobre una especie de colchoneta. Nos prueba otros saris, no sin antes intentar toquetearte todo lo que puede y más, que tocones que son madre mía. Al final el tío nos baja tanto el precio con el rollo de que somos las últimas clientas que nos llevamos los dos saris, eso sí, nos regala un par de pañuelos más feos que pegarle a un padre. Es hora de cenar, y se nos acerca un señor de una cierta edad ya bastante perjudicao, con su turbante y su rickshaw-bici sin motor. Hay madre, si no va a poder ni llegar a la esquina! Al final nos convence y nos lleva a cenar a un restaurante, Ganesh... menos mal que estaba cerca porque vaya par de dos conductores. El restaurante era curioso, en una azotea de un edificio súper difícil de encontrar, la entrada estaba camuflada entre los comercios como si fuera un mini bunquer, pero ya no nos extraña nada de este país, ya lo dicen ellos mismos: all possible. Era bastante cutre, pero cenamos de lujo, los mejores nan (pan) que hemos probado en toda la india, de cebolla, queso, ajo y normal... no pudimos acabarlo.  Con la barriga llena cogemos un rickshaw que se pierde a mitad de camino y nos vamos al hotel, mañana hay que salir prontito dirección Agra, por fin veremos el Taj Mahal!!!
















5, 6,7 y 8 DE AGOSTO: JODHPUR-UDAIPUR



Por fin salimos de esta ciudad, no por que no sea chula, sino porque en el estado que nos encontramos y el calor, ha sido casi imposible poder disfrutarla. Así que esperanzados con nuestro siguiente destino, nos levantamos, desayunamos y cogemos el coche con conductor que ya nos esperaba en la puerta del hotel, puntual como siempre. Hasta ahora no hemos tenido ni un solo retraso ni en trenes, ni en nada, puntualidad inglesa. Al conductor se le ve muy apañao y muy agradable, nos cuenta que unos chicos españoles le habían bautizado con un nombre español: Carlos, imaginamos que por Carlos Sainz, no sabemos si le va a meter caña o es que el tío controla un webo... esperamos que sea esta segunda opción visto como funciona el tráfico en la India. Podría explicarlo, pero no hace falta, solo puedo decir que su funcionamiento es que no funciona. Me explico: no hay normas, al menos a la vista de lo que un occidental entiende como normas de tráfico. Es de suponer que tienen sus propias leyes para circular, en ése caos hay una lógica porque sino estarían todos siniestrados, pero imposible de entender por un occidental. Conducen con el volante a la derecha y por la derecha, aunque como te salgas de las "autopistas" lo de la derecha queda en una simple anécdota. La única norma que entiendes y ves claramente es que el grande se come al pequeño, y así sucesivamente. El rickshaw se come la bici, el coche al rickshaw, el bus al coche... y sigue contando... todo ello con el constante pitido para avisar: Ei! que estoy aquí! y que voy a pasar! La leche... aunque ya nos hemos acostumbrado y ya ni sufrimos por nuestra vida, aunque razones tendríamos para escoger...
Total, que salimos dirección Ranakhpur, nos pilla de camino y hay un templo wapo de collons para ver dirección Udaipur. Nos esperan como seis horitas de coche, pero con las ganas de cambiar de ciudad, nos da igual. La carretera es casi todo el camino autopista, osea, cuatro carriles, dos direcciones, que se agradece que no veas, así que nos podemos pegar unas siestas por el camino una vez comprobado que Carlos conduce de vicio, así que dejamos nuestras jóvenes vidas en sus manos (estamos confiando en un hindú¿¿??).
Llegamos a Ranakhpur y ala, a disfrazarnos, no nos dejan entrar ni con pantalones cortos ni con los hombros al aire (ay que ver las occidentales que marranas), así que nos ponemos los pantalones largos y los pañuelos con el calor que mete, pero no hay más tu tía. El templo está lleno de guiris, pero es wapísimo. Lleno de columnas de mármol blanco, como unas 1.400 todas con exquisitas tallas y cada una distinta... espectacular. Una vez hecha la visita cultural del dia, y muertos de calor, corremos hacia el coche, a ver si anda un poco y corre el aire. Buscamos a Carlos y un sitio para comer. El paisaje empieza a cambiar radicalmente, por suerte para nuestros ánimos... dejamos el desierto, y el clima empieza a ser más agradable. Todo es verde, montañas, aire puro... mmmmmm,. nos gusta!!!! Paramos a comer en un restaurante en medio de las montañas, super bueno, aunque ya llevamos unos días a dieta del palo comida occidental y please, NO SPICY... el tema del picante empezamos a ver que es una causa perdida. Te dicen que sí, que no spicy, pero se lo pasan por el forro. Lo que para ellos es no picante, para nosotros es la muerte súbita, de todas manera comemos muy, muy bien, y bastante rápido (no es lo que te sueles encontrar en los restaurantes hindús, rapidez...). Seguimos nuestro camino y empezamos a buscar hotel en la guía. Todos estamos de acuerdo: el mejor que encontremos con los tres puntos INEGOCIABLES: PISCINA, WIFI, AIRE ACONDICIONADO. Llegamos a Udaipur y le decimos a Carlos el nombre del hotel, que también se pasa por el forro después de decirnos que es un hotel de puta madre... eingggg!!!!???? Este es otro tema en la india, todos los conductores intentan llevarte al hotel que les sale de los winflis, ya que se llevan una comisión del 30% más o menos. Nos mosqueamos un poco, pero el tio no es tonto, y nos lleva a un hotelaco de la ostia, rollo como el que queríamos ir, y se lleva una comisión, pero entramos y tal como veníamos después de seis horas y del historial de Jodhpur, nos flipamos, sobre todo al ver la piscina, que casi nos tienen que amarrar para que no nos tiremos mochilas incluidas....vaya pinta hacemos, de super tiraos en aquel hotel de lujo...jejejejejejejejeje. Negociamos el precio: 3.000 rupees, que aquí es un pastón, pero hubiéramos pagado el sueldo de un mes en aquel momento, nos lo quedamos!!!! Y cambiamos los planes, decidimos quedarnos tres noches, para intentar recuperarnos un poco, y la ciudad era preciosa, más tranquila, y un lago espectacular reinando la ciudad.
Dejamos las mochilas en la habitación, las reventamos buscando el bañador como posesos, y bañito al canto! Joer, ha sido uno de los momentazos del viaje, madre mía como valoras una charca en depende que situaciones, nos caían las lagrimas. Nos duchamos, les dimos la colada, que era ya importante y nos pusimos nuestras mejores galas ya limpitos de la muerte y a cenar. El restaurante rodeaba la piscina, y por la noche estaba todo iluminado, chulísimo, así que cenamos en el paraíso y a dormir en aquella cama enoooorme y esponjosa, con sábanas de algodón super gustosas... ayyyyyy, que bien.
Al día siguiente nos levantamos y nos pegamos un peazo desayuno, tostadas, el primer café decente ... mmmmmm, que buena decisión de hotel. Dábamos saltos... y a la piscina, que había que disfrutarla. Salimos al mediodía hacia el centro a comer, dimos una vuelta por los Ghats y encontramos un restaurante que se comía de vicio en una terraza super fresquita, con vistas al palacio del lago, un antiguo palacio convertido en hotel de super lujo en el mismo centro del lago. Molt bonic tot plegat. Dimos una vuelta por el centro, y encontramos algunas tiendas con cosas muy chulas, pinturas, artesanía, antigüedades y especialmente una de marionetas hechas a mano muy curiosas. Compramos un par de marionetas y el señor de la tienda nos estuvo haciendo una demostración en vivo y en directo de un montón de marionetas, wapísimo. Después de algunas compritas y regalos nos tomamos algo en un bar, un granizado de sandía super bueno (era para guiris, pero que rico todo...). Luego Núria y yo nos fuimos a seguir con la vuelta de las compritas y Thor y Quim decidieron ir hacia el hotel, ya tenían bastante de tiendas y Quim no estaba muy fino todavía. Así que las dos marias allá que vamos a seguir descubriendo la ciudad. Como no, nos metemos en todas partes y nos meten unas comidas de ollas considerables para que compremos en cada tienda, vaya dos... tanto, que vamos a parar a una tienducha de un pajarico que vende incienso, y nos mete la trola de que es estudiante de aromaterapia: MENTIRA!!!!! pero de todas maneras decidimos entrar por si nos molaban... Compramos algunas barras de incienso, después de que el susodicho nos haga entrar en su casa y nos siente en el suelo para que la comida de olla sea más llevadera... ufffff, el tipo resultó ser un salido, y ya cuando nos íbamos nos empezó a preguntar sobre los gustos sexuales de los europeos, ya que estudiaba para los aceites el tema: OTRA MENTIRA!!!! Será asqueroso el desgraciao!!!! Salimos por patas ... no vaya a ser que el tipo se flipe, que asco de maromo.... vamos, vamos.... que este al final nos monta aquí un cirio. Demasiado kamasutra en los templos y poca práctica, están todos mas salidos que el palo un churrero... Después se nos ocurre meternos en una joyería de lujo, solamente porque en la puerta había un militar escopeta en mano con un bigote flipante... queríamos una foto!!! así que planeamos hacernos las simpáticas para obtener la foto, que la merecía. Así que entramos y estuvimos viendo joyas, feas que te cagas, pero al salir el tipo nos sonríe y Núria le dice ahí toda decidida si le podemos hacer una foto, y el tipo que nos endiña el fusil...jajajajajajajja y nos hacemos la foto con el fusil, anda keeeeeee.... pero si queríamos una foto suya!!! jejejejejje, no nos vamos de allí sin conseguir la foto, así que fusil y moustache... conseguido! Volvemos al hotel, que ya hemos tenido bastante de indios salidos y pesaos, nos damos cuenta que es bastante más jodido ir por la india sin los chicos al lado... hay que joderse. Cenamos en el hotel y pa la camita. Mañana mas.
Hemos quedado a las doce en la puerta del Palacio con Aurea y John, los chicos que compartimos tortura en el desierto. Están también en Udaipur. Visitamos el Palacio, muy chulo, en ocasiones bastante kisch... y nos tiramos dos horitas bien bien, al final ya un poco a piñón, extasiados de tanta sala... y sin fumar, todo hay que decirlo, personalmente el último tramo lo paso casi volando hasta llegar a la puerta de salida, donde me uno con Quim, Aurea y John, todos con el piti en la mano... jejejejeje, me consuela no ser la única "enganchada". Thor y Núria, los rezagados, salen un ratito después y nos vamos todos a buscar un restaurante que nos recomienda John, buenas hamburguesas no spicy...jejejej, sonaba bien. Nos despedimos de ellos y decidimos irnos al hotel a aprovechar la piscina, un bañito y vamos a patear la ciudad, y decidimos irnos a pegar un homenaje a un restaurante recomendado por la guía con unas vistas espectaculares al lake palace. El restaurante wapísimo y realmente las vistas eran una pasada, toda la ciudad iluminada y reflejada en el lago, eso sí, guiri's power... pero cenamos como campeones. Las mesas de alrededor estaban llenas de catalanes, vamos, como en casa...está visto que tarde o temprano acabamos todos en los mismos sitios. Acabamos de cenar y el restaurante estaba bastante alejado del hotel, en la otra parte del rio, así que a la salida te encontrabas con una legión de rickshaw esperando a los turistas. Le pedimos precio y que nos lleve al hotel y va y el flipi nos pide 150 rupees. Se me salen los ojos de las orbitas y le digo que pa tu casa, que nos vamos andado (haciendo el número por supuesto, ya que si nos tenemos que ir andando íbamos a sufrir lo que no está escrito, ni una luz, ni un alma por la calle a esas horas y a tomar por saco que estaba el hotel...jejejejje). Menos mal que nos funcionó, y se acercó otro chico y nos dijo que 80 (nos había costado 50 llegar del hotel al restaurante) y allá que nos vamos... aunque creo que la bajada de precio era proporcional al estado del rick, no tiraba ni patrás, casi tenemos que bajar a empujar o ir dándole con los pies rollo picapiedra... madre mía, se iba a quemar el motor, la verdad que el chico se pegó una currada de la ostia... unas subiditas, con sus socabones y vacas incluidos... el rally paris dakar, pero llegamos sanos y salvos.
Nos levantamos esperando nuestro fantástico desayuno, el último en aquel oasis particular que nos habíamos montado ya que aquella misma noche teníamos billetes de tren hacia Jaipur, que penita dejarlo pero ya estábamos bastante recuperados, aunque con los últimos resquicios de virus varios. Decidimos ir a buscar un lugar para hacernos un tattoo de henna, ya que quedaba poquito para salir del Rajastán, y era tema pendiente. Pateando las calles no lo veíamos nada claro, todo muy turístico y bastante cutre y caro, así que nos empezamos a mover por las calles interiores. Encontramos de pronto un cartel, rollo Beauty Salon, only women... jejejejeje, y ponía henna, era lo único que entendimos, así que decidimos entrar. No estaba muy claro si era allí, un bloque de edificios bastante ruinoso y muchas kk's de vaca en la entrada, pero nos metimos sorteándolas a probar suerte. Los chicos se quedaron por allí tomando algo. Nada más entrar nos encontramos gente rezando en sus casas, pero desde el piso de abajo vimos el cartel, así que para arriba que nos fuimos... madre mía donde nos estamos metiendo, en la casa particular de alguien así por la face...jejejejejeje. De repente tres chicas, allí en su casa... y nosotras: hellow... henna painting???? y nos dicen yes,yes... perfecto. Fue lo único que pudimos hablar, no hablaban nada más de inglés. Pero parecían simpáticas. Nos dicen que 150 rupees, y nos parece muy barato, así que extendemos los brazos y ahí que se lian las tres a pintarnos los brazos: TODO EL BRAZO! jejejejejeje. Nada, que acabamos con todo el antebrazo y toda la mano con un tatuaje de henna, hora y media con el brazo suspendido rozando la cangrena, eso sí, unos dibujos y un curro espectacular. De los mejores que habíamos visto, super fino y con una historia de amor y pajaritos incluida. La leche y por 150 rupees! Al final les dimos 500 por los dos, se habían pegado un curro que no veas y nos parecía un precio de risa por el trabajo que hicieron, así que ellas encantadas y nosotras también. Más tarde nos dimos cuenta que eran muy buenos dibujos, la gente local nos paraba por la calle para preguntarnos donde nos lo habíamos hecho, flipante. Eso si, incomodo de cojones, porque hasta que no se te seca y se empieza a caer la henna, es un coñazo, parecíamos dos lisiadas... pero luego queda wapísimo. Total, que Murphy va y empieza a hacer de las suyas, como no nos lo podíamos mojar en 24 horas, pues va y se pone a llover... genial. Así que decidimos ir a comer algo y tirar para el hotel y comer algo, ya que hay que empezar a pensar en ir para la estación de tren, nos espera otra nochecita de Valpurgis, volvemos a la realidad. Cargamos los bártulos en dos rickshaw, y los dos camareros del hotel, que era hiper majos, nos ayuda a hacernos un "mini chubasquero improvisado" con dos bolsas de plástico y dos gomas de pollo para que no se nos moje la henna... jejejejejejeje, bendita la hora pa hacerse el painting, en pleno trayecto de tren y lloviendo. Una torturilla llegar a la estación, cargados como burras y lloviendo de cojones. Ala, a buscar el vagón, llegamos empapados y el aire a toda leche... aquí pasas de estar metido en una sartén rollo huevo frito, a congelarte en 0,2, así es la india. Como decía ahora no me acuerdo quien "..en la India no hay felicidad si no va acompañada de dolor". El sueño del tren empieza a invadirme, me encanta viajar en tren, aunque llegas petao y no descansas del todo, y son muy pocas horas, cinco... Nos montamos el chiringuito, sábana, manta, ponte sudadera, coloca las mochilas y ala, no te muevas más hasta que lleguemos. En media horita estamos todos durmiendo. Jaipur nos espera??? Ya veremos.